Siempre hay una primera vez para todo en la vida, y comenzar a correr no es un asunto menor, requiere además de motivación y constancia, que tengas un comienzo progresivo y que las metas que nos marquemos sean realistas. Por eso es conveniente seguir una serie de recomendaciones y evitar errores que otros hemos cometido hace tiempo.

Da igual que tengas 30, 40 o 50 años, da igual que lleves varios sin hacer deporte, llegar a ser consciente de que es importante poder disponer de algún tiempo para el cuidado propio es el primer paso.

A partir de aquí, lo primero es hacer un análisis objetivo de donde partimos, ya que en función de cómo estemos en este punto de partida, las precauciones a tomar serán diferentes.

Lo más habitual es que podamos tener algo (o algo más) de sobrepeso. No te preocupes, ya has llegado a la conclusión de que necesitas mejorar tu estado de salud, y haciendo deporte vas a mejorarlo.

Si llevas mucho tiempo sin hacer nada, y dentro de hacer nada se incluye el no andar, ya tienes el primer comienzo.

“Ya, pero es que yo quiero comenzar a correr y a ser posible en un año pesar 15 kg menos y poder correr una media maratón si la pandemia nos lo permite…”

Perder peso suele ser una consecuencia de realizar una actividad que permite una gran quema calórica, y desde luego que participar en carreras populares o profesionales es una experiencia muy gratificante, pero vamos a ir paso a paso. Si llevas varios años sin hacer nada y ni siquiera andas 5.000 pasos al día (media hora larga de paseo, unos 4 km) vamos a comenzar por lo más sencillo, habituar al cuerpo a tener una actividad física. 

Bien, un calzado cómodo, ropa de deporte, no olvidemos la mascarilla, y a caminar, aprovecha a hacer alguna llamada agradable, a ese amigo o familiar que llevas un tiempo sin hablar…

Parece una tontería, pero el cuerpo humano reacciona en función de cómo lo tratas, verás cómo en cuanto pasen varios días vas a comenzar a sentirte mejor. El objetivo ahora mismo es cimentar una buena base, preparando tus articulaciones para poder luego afrontar el correr con garantías.

Hay varios hábitos necesarios que hay que adquirir desde el comienzo, hidratación, y estiramiento. Tienes que estirar gemelos y cuádriceps, y nunca está de más estirar el psoas, dorsales y lumbares, así como hacerse unas abdominales en casa (hay muchos tipos).

Si padeces algo de sobrepeso o en función de cómo sean tus piernas, puede ser que puedas padecer rozaduras en la cara interior de los muslos y las ingles en esta primera fase. Si crees que puedes tener propensión a ello o ya te ha pasado con anterioridad (sobre todo en verano, cuando aprovechamos a dar paseos más largos de lo habitual en vacaciones), hay cremas anti rozaduras que funcionan muy bien, y desde luego que es mucho mejor prevenir en este aspecto que padecer, pues cuando el mal está hecho, por mucha crema que compres en la farmacia, vas a pasar varios días con molestias.

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